Me entretengo en tu mirada
que juega con la mía a media luz.
Desposeo mis sentidos,
que flotan en derivas,
hacia calles que reexperimento
y rincones que vuelvo a saborear.
La ruleta de las oraciones
me pasea por canales de profunda simetría,
de venenos insondables,
que saben a espejo,
que se funden conmigo.
Veneno o elixir. ¿Dónde está la diferencia?
La diferencia está, parece ser,
en el olvido o la desconfianza,
en las renovaciones, en las dudas,
en el sufrir ajenamente,
en la vergüenza incomprendida.
En mis ojos, que me duelen,
porque me entretengo en el vacío.
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