28 de marzo de 2010

No me llames soñador

No me llames soñador, por favor,
si no te atreves a jugar conmigo.
No me llames soñador, en serio,
si no crees en las tentaciones.

Que cuando apareces ante mis ojos,
me juro que no existes de verdad,
me creo que eres humo mal fumado
y me tiembla de rabia la razón.

Y sin embargo juego, contigo,
te cuento lo que no te interesa.
Luego, cuando duermo, cuando pienso,
se que es la conversación de mi vida.

Pero es que me gusta pensar en nada,
que se lo que es lo que tu también haces.
Te engaño y me engaño sin escrúpulos
y disfruto viviendo en la nada voraz.

Yo me llamo soñador, que me gusta,
y me atrapo en el no poder despertar.
Yo me llamo soñador, de verdad,
porque veo en ti un sueño que no existe.

10 de marzo de 2010

Con la espada en la pared

Con la espada en la pared y el corazón en un puño
me entrego a la locura de la velocidad.
Mi mente se fermenta y acaba produciendo
un cuerpo de censura, este estado de sutura.

En plena noche gris, en una noche salvaje,
dejarse llevar no mereció tanto la pena.
Me quedo embobado por emociones que desmerezco,
sin capacidad de razonar discurso coherente.

Entregado por completo ya al desfile de imágenes,
duermo, paciente y precipitado, esperando no se que.
Que las estrellas se levanten,
que me abracen, que me quieran.
O yo mismo levantarme,
abrazándome a mi mismo,
adorando mis delirios.

1 de marzo de 2010

El peso de la moral

Estrechado por la inocencia no quedan palabras.
Rechazo, aunque respiro, la mágica diversión.
Miradas furtivas, de orgullo, de entrega,
sostenidas en este ambiente sobrecargado.

Todo es difuso, todo es hijo bastardo,
fruto de la tradición moral instigadora.
Nos besa y aplasta, y nosotros, conformes,
mas es la que sigue entre nosotros tres.

Pero ven, cógeme, llévame y atácame,
no veo el momento de gritar de dolor.
Dolor al sentir las ganas de revolución.

Y los tiempos cambian, las personas cambian,
más contento de ello no podría estar.
Hace tiempo que no me siento violado,
¿Y qué hago yo con tanta inseguridad?

Espero, paciente, resultados que indiquen,
que el mundo funciona según planeamos.
Evidencias que dejen tan claro como whisky
que siempre he sido alguien de largo plazo.

Así que ven, agárrame, ráptame y atácame,
no veo el momento de gritar de dolor.
Dolor al sentir las ganas de revolución.