7 de febrero de 2009

Dentro de un bunker en la inmensidad de lo incierto

En esta habitación tan llena de soledad.
En un bunker hasta arriba de recuerdos,
que no he podido conocer ni tendré nunca
oportunidad de saborear en mi cerebro.

Aquí me encuentro y me temo no salir
más que por la via de la obligación
pero todos necesitamos siempre, en ocasiones,
un descanso en un rincón de este tipo.

Escucho mi pena y me como la rabia,
vomito miedo y no digiero sentimientos.

En la distancia se encuentran
aquellos detractores de la pobreza.
Ni más razón ni menos tienen,
solo opiniones e instintos naturales.

Estoy a tantos años luz de todo eso,
a tanta distancia del más lejano de mis pasados,
que no existen fuerzas con que volver.

Escucho mi pena y me como la rabia,
vomito miedo y no digiero sentimientos.

Desde este bunker miro al vacio
y solo me encuentro con una opción posible:
rellenaré mi futuro en el presente
y me quedaré con lo bello de lo incierto.