Valiente atento a la suerte,
la suerte de estar frente a ti.
En blanco, vacio e incierto
y me tiemblan las venas de horror.
- "¡No pienses, no aciertes!".
Intento acallar la voz protectora.
Estreno viaje iniciático
por enésima vez me enfrento a lo extenso.
Inseguro me siento y me apoyo
en vivir en la hipotesis que eres.
A pesar que no existes, te creo.
Siento el trinar de la impotencia.
Tranquila, mi vida, aprendo
a calmarnos, mi vida, y entiendo
que saludo la vida y rozo la indecencia.
Llorando sin lágrimas no se caminar.
Mis entrañas se cierran a la recepción.
Aprendo, mi vida, a aprender la lección
y rechazo el instinto que me hace pensar.
A pesar de que la vida es un continuo aprendizaje, casi nunca aprendemos la lección.
ResponderEliminarParadójico, eh?
Y...ojala pudiéramos rechazar eso que nos hace pensar...
:D
Soy Äfrica, te he descubierto, pillín!
Un besito y bienvenido a blogger! ;)
Por cierto, yo ya dejé mi blog...
ResponderEliminarOtra vez...
:(
Más besos