3 de abril de 2010

El corsé de mi pericia

En la tierra de siempre vomito las palabras,
se me esconden las sentencias y me asusto de actuar.
Maduré en otros lares y regurgito adolescencia
cuando piso presuroso el eje de mis lamentaciones.

Como duele respirar el aire siempre viciado
y como afecta la verja de metal que es todo horizonte.
Me doblego y reverencio ante el dios más inhumano.
¿Dónde dejé el corsé de mi pericia?

Me complico, a trompicones, recetando malas hierbas
y no me siento a esperar que pasen tempestades.
La impaciencia, que me puede, que se mezcla con tu ausencia
y la más larga panacea brota de mis manos.

Yo no puedo caminar sin la más estúpida ignorancia,
necesito mi antigua simpleza para poder no avanzar.
Tus amigos, los de siempre, que no miro por vergüenza
me imponen el superado discurso de la gente mayor.

Necesito una infusión urgente, de sangre, de vida,
de pereza productiva que mantenga mi sonrisa
porque no me atrevo a ir donde siempre me desvelo,
donde mis bastardos potenciales mueren lentamente.

3 comentarios:

  1. ayy... qué raro es volver a "casa", verdad?
    a mí cada vez me cuesta más.
    tanto tiempo esperando las vacaciones, y ahora sólo quiero que acaben, y es que me encanta mi rutina! soy friki? :p

    ya queda ná! :)

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  2. Pero hombre, no hables de corsés!!!
    Eso no tiene que ser bueno...
    Ya lo llevamos a veces por exigencias del guión de la vida.

    A veces eres tan tyo, tan tú, que me cuesta entenderte. Pero es normal, con tanta subjetividad.


    Un besito


    Lala

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  3. Jo: La rutina puede molar si es una rutina guay y ser friki mola aun más. Dos convicciones que tengo.

    Lala: subjetividad la tuya y la mia. El poema es tuyo cuando lo lees, así que tal y como lo interpretes a tu buena voluntad, significará esto segurísimo.

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