25 de agosto de 2009

Un lugar aislado al que agarrarme

Y que pasa si nos atamos
al punto de partida o al punto de llegada.
Que pasa si nos asimos
a la barra del terror más puro y agresivo.

Nos quedamos aquí, asustados, en esquinas,
llorando mientras el mundo nos grita.
Apabullados obedeciendo órdenes globales,
bebiendo el veneno reproductivo.

¿Dónde están las revoluciones?
Se quedaron en la puerta de un mundo mejor.
El estado del bienestar se cargó de golpe
todas las ganas de romper con la juventud.

El viento no ha sabido utilizarse
y nos quedamos con el dinero del gobierno.
Hemos sido comprados sin mayor esfuerzo,
hemos regalado nuestra complacencia.

Y pequeños seres tienen aun algo de valentía,
seres frágiles como un problema,
ese problema falso que imaginamos.
También se hemos vendido nuestro coraje.

Ahora buscamos, temerosos, un lugar de reposo
huyendo de toda lucha, dejando toda pretensión
de cambiar los negocios entre sociedad y poder.
Necesito agarrarme a algún lugar aislado.

2 comentarios:

  1. Las revoluciones de ahora sólo se hacen cuando no hay internet, cuando se rompe el ipod ese, cuando no hay pelas pa botellón...

    Hoooola!
    Estoy tan ocupada que ni tiempo de saludarte.
    Veo que sigues tu marcha poética. Eso está bien.
    Y tú? Espero que también estés genial!


    Un besito a la carrera!


    Lala

    ResponderEliminar
  2. Yo siempre sigo tus poemas... :)
    Ahora me ha dado por escribir a mí también, a ver qué tal!
    Este año sigo en Cerdanyola y haré un máster en BCN. Tú qué vas a hacer?
    Por cierto, ya no tienes facebook? aiss..
    Tenemos que quedar prontito, que no sé nada de tiii!! ;)
    un besito!

    ResponderEliminar