3 de febrero de 2011

Dime que haces y te diré quien eres

¿Qué debo hacer en este río sin destino?
Navego y navego y no llego a ningún lado.
No hay paradas, no hay puertos, no hay aldeas,
me aburro como farola de madrugada.
A veces ni siquiera me tengo a mi mismo.

Pero unos días, cuando sueño, cuando siento,
me despierto y me invento una vida,
me invento que hago cosas, que soy feliz.
En el fondo se que son solo eso, invenciones,
y que mi vida está más vacía que un tarro de galletas tras un desayuno infantil.

Pero entonces, cuando no hay más remedio,
cuando decido que mi voluntad puede con todo,
que el peor de los males no existe si no lo veo,
me digo que yo soy lo que hago, lo que digo,
que si yo me invento de tal forma, de esa forma seré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario